Unas vacaciones de ensueño en Mónaco
Unas vacaciones de ensueño en Mónaco

Es posible que ya esté pensando en sus próximas vacaciones. En muchas ocasiones se suele escoger un destino por una serie de motivos de todo tipo y se ignoran otros por lo justo del presupuesto del que se dispone para este tipo de viajes. A buen seguro conoce los detalles del principado de Mónaco y ha pensado que visitar este pequeño país está fuera de su alcance. A continuación le expondremos las distintas opciones que tiene para disfrutar de unas vacaciones fantásticas en Mónaco.

Cómo llegar

Si vives en el norte de España el coche o el tren son los medios de transporte más aconsejables. La costa ofrece unos paisajes magníficos que convertirán su viaje en una grata experiencia. Si prefiere el avión ha de volar hasta Niza y luego llegar a su destino en los antedichos medios. Recuerde que alquilar un coche no es una opción tan económica como en España.

Hoteles

Mónaco es la ciudad de la elegancia, del lujo y de la distinción. Los hoteles del principado son de los mejores de Europa. Las cadenas hoteleras más importantes tienen su establecimiento en este pequeño país bañado por el Mediterráneo.  Dormir en el Fairmont, en el impresionante Monte-Carlo  Bay, un resort inolvidable, son las opciones más adecuadas si dispone de una buena cantidad de dinero para viajar hasta este lugar.

Pero también tenemos que hacer hincapié en que otros hoteles, como el Novotel o el Columbus, no dejan de lado el lujo pero tampoco cobran excesivas cantidades de dinero por lo que son asequibles y una buena base para conocer el país de otra manera.Ahora bien, siempre tendrá la opción de dormir en Niza y de viajar diariamente a este pequeño país para ahorrar algo más.

Restaurantes y centros de ocio

Lo más curioso de Mónaco son las normas de educación que los agentes policiales te recuerdan cada cierto tiempo. Por ejemplo, está terminantemente prohibido gritar en la calle. Si es una persona tranquila y respetuosa no tendrá ningún problema. Dependiendo de su presupuesto podrá sentarse a comer en los mejores restaurantes del viejo continente y paladear las delicias de la cocina francesa.

Las boutiques están a la altura de las circunstancias. Artículos de lujo de las mejores marcas colman sus escaparates y le invitan a adquirir una de esas joyas fantásticas que siempre había soñado tener.

Si su presupuesto es algo más corto también puede disfrutar del sentido de la vida que tienen los monegascos. No tardará en acostumbrarse a ver flamantes coches de lujo por las calles, hombres y mujeres vestidos con las mejores galas y unos locales de ocio y restauración para soñar.

Cultura y arte en Mónaco

Si pensaba que este principado era solo una especie de resort gigante donde se celebra un mítico premio de Fórmula 1 debemos recordarle que está equivocado.  La catedral de San Nicolás de Mónaco es  un buen ejemplo de lo que venimos indicando. El templo primigenio data del siglo XIII, en 1874 fue destruido para comenzar su rehabilitación un año después. Treinta y dos años después terminaron las obras de la iglesia que hace las veces de cripta de los cuerpos de Rainiero III y Grace Kelly.

Destacamos también el  Chapiteau de Fontvieille, un recinto creado para albergar el Festival Internacional de Circo. El museo oceanográfico de Mónaco y la propia arquitectura del país son otros puntos clave para entender la riqueza cultural y artística del país.

Conclusión

Mónaco le permitirá convertir en realidad todos sus sueños. La oferta de ocio y cultura es impresionante. Los restaurantes son inolvidables. Sus hoteles tienen lujo y encanto a partes iguales. El clima es fantástico y sus playas son de las mejores de Francia. Todo son ventajas cuando se viaja a tan precioso lugar.

Y lo mejor es que es usted el que puede escoger el tipo de vacaciones que desea. Si opta por el lujo asiático se encontrará como pez en el agua. Si prefiere un perfil algo más normal también tendrá opciones para disfrutar de los encantos  de un principado que ha comenzado a convertirse en destino tan asequible como inalcanzable. Ahí radica su principal encanto, el mismo que podrá descubrir en cuanto se lo proponga.