Seguimos en nuestro empeño de desentrañar todos los secretos de Mónaco. Y hoy vamos a poner nuestra atención en la Catedral de San Nicolás, también llamada la Catedral de Mónaco, lugar de culto de un país cuya religión oficial es el catolicismo romano. Allí descansan los príncipes Rainiero III y Gracia, padres de soberano actual, Alberto II. De hecho, el templo guarda su memoria con una fotografía de ambos el día de su boda. También acoge los restos mortales de otros miembros de la familia Grimaldi. En el año 2011, fue el escenario de la boda de Alberto II y la nadadora Charlen Wittstock.
Mónaco es un estado colorido, sobre todo por las andanzas de los miembros de la familia Grimaldi. Foco constante de la prensa rosa, también atrae la atención de todas las miradas por su Casino y por los eventos deportivos que acoge en torno a la Fórmula 1 y el tenis. Pero, a pesar de todo ello, el Principado es digno de visitar por sus recursos turísticos. La Catedral de San Nicolás es uno de ellos.
¿Dónde se ubica la catedral de Mónaco?
Se construyó como si fuera la proa de un barco, sobre el peñón donde se empezó a construir Mónaco, con un efecto muy logrado. El templo ocupa el lugar de la que fue la primera iglesia parroquial del Principado, levantada en 1252 y dedicada a San Nicolás. De ahí el nombre de la actual catedral.
El viejo templo fue destruido en 1874 y, un año después, se ponía la primera piedra de la catedral, que se finalizó en el año 1903. Con todo, no fue consagrada hasta pasados 8 años.
Dispone de una fachada monumental de estilo Neorrománico, en el que abundan los arcos, los frisos esculpidos y las estatuas. En su parte central encontramos un gran rosetón, acompañado de un relieve que representa a Pantocrátor.
Entre las piezas artísticas que contiene el templo, destaca un retablo del año 1.500 que se ubica a la derecha del crucero y que representa a San Nicolás, acompañado de otros santos, la Piedad y la Anunciación. Es una obra de Ludovico Brea.
También destaca en su interior un órgano de 4 teclados, inaugurado en 1976, con el que se acompañan las misas cantadas que tienes lugar todos los domingos. Si estás interesado en disfrutar de este espectáculo para el alma, puedes acudir cualquier domingo de septiembre a junio, a las 10 de la mañana, cuando tiene lugar la misa cantada por Los Pequeños Cantores de Mónaco y los cantantes de la escuela del coro de la catedral.
En otro altar encontramos un conjunto anónimo de la misma época que el retablo, que representa a Santa Devota y otros santos, además de un relicario que contiene los restos de la santa, patrona del Principado.
Los servicios litúrgicos se celebran en las fiestas religiosas principales de Mónaco, que tienen lugar el día de Santa Devota, el 27 de enero y el la Fiesta Nacional, el 19 de noviembre. Por otro lado, cada 6 de diciembre, los niños se reúnen para celebrar y conmemorar la vida de San Nicolás.
Datos prácticos.
La Catedral de San Nicolás se encuentra en la Rue Colonel Bellando de Castro, en el Principado de Mónaco. El acceso es libre, menos cuando se celebran oficios religiosos, todos los días de 8:30 de la mañana a 19h en invierno y hasta las 18h en verano.
Para obtener más información puedes visitar esta web.
Algunos datos sobre Mónaco.
Se trata de un país muy pequeño, situado en la Riviera francesa, a orillas del Mediterráneo y a los pies de los Alpes. Este trozo de tierra lo ocuparon antiguamente los fenicios y los romanos y, desde el siglo XIII está gobernada por la familia Grimaldi, que dispone de su propio palacio.
Es el segundo Estado más pequeño del mundo, después del Vaticano. La lengua monegasca es una variante del idioma ligur, una lengua romance integrada por varios dialectos.
Su independencia ha estado en entredicho varias veces, aunque la sangre nunca llegó el río. Pero sus gobernantes siempre han encontrado la manera de seguir siendo un Estado autónomo y han tenido la destreza suficiente para convertirlo también en un país rico y próspero.
La clave la encontramos en los años en que gobernó el príncipe Rainiero III junto a su esposa, la princesa Grace, recién llegada de Hollywood. Ambos supieron dotar a este rincón del esplendor y el brillo necesario, para convertirlo en lo que hoy es.